El amor es motor innegable en la vida, en nuestro trabajo, fundamental, qué vamos a decir? Cuando surge a primera vista nos produce un cosquilleo especial. Es el caso de aquella pareja que se “pilla” con nosotros casi sin conocernos. El primer contacto de I+R fue un correo que recordamos muy bien, donde nos decían que habían coincidido con otros de nuestros novios, que les habían transmitido su experiencia con nosotros. Copio casi literal “para NYA la fotografía es vocacional. Además, no hacen las típicas fotos del siglo XVIII”. Queríamos algo natural para nuestra boda, sin posados, algo espontáneo que contara la historia tal y como es. Y con ellos hemos acertado.
Creo que podemos afirmar que a día de hoy I+R habrán transmitido aquel mismo mensaje en alguna ocasión. Recuerdo a “I” a última hora de la noche, preguntándonos muy sería “qué tendría yo que hacer para que os quedéis tomando copas con nosotros?” Mucho no pudo ser, pero ya seguimos de tapas en Granada cuando vinieron a por su reportaje.
Gracias Eli y Rafa por hacer de esto algo que merezca la pena y gracias Mima y Erik por hacerlo posible con vuestras palabras de reconocimiento.
Nos gusta una fotografía fresca, natural, espontanea, con un estilo documentalista (fotoperiodismo de boda le llaman ahora), relatando con una sucesión de imágenes la historia del día. No podemos aderezar el contenido, ni inventarnos nada, no hay photoshop para los sentimientos y emociones. Lola y Raul protagonizaron una historia repleta de momentos y emociones en la que no hacia falta ningún “añadido”… y ahí estuvimos nosotros, para narrarla, de manera fiel. Ellos son auténticos.
Si algo ha cambiado nuestro enfoque documentalista (fotoperiodismo) con respecto a otros más tradicionales, es básicamente la manera de abordar el reportaje. Procuramos narrar la historia del día, a través de gestos o escenas, concediéndole importancia no solo a la ceremonia, sino también a los preparativos o la fiesta. Exactamente igual que lo sienten nuestros novios, que viven estos pasajes de manera diversa, normalmente intensa. Una boda es sobre todo una celebración y no hay más que ver la de Rosa y Antonio para constatar este hecho y adivinar de camino lo que pudimos disfrutar con ellos en la Hacienda Señorío de Nevada (Granada).
Recuerdo una conversación de nuestra primera reunión con nuestros novios (Mina e Ivan). Me trasladaban algunas reticencias sobre la cobertura de ciertos momentos de la boda, de los que querían especialmente preservar el carácter mas intimo de los mismos. Temían que nuestra presencia pudiera alterar o cohibir a los invitados y a ellos mismos del disfrute pleno en un ambiente de confianza. No tardaron mucho en cambiar de opinión (charla y tapas de por medio), pero fue el ratico de la preboda el que nos catapultó al ”circulo de confianza”, hasta el punto de que casi no nos dejan marchar de la fiesta. Igual tenemos que dejar de hacer la preboda y guardar ciertas distancias 🙂
Que nos apasiona la fotografía, y muy especialmente la de boda es algo de lo que ya hemos hablado y que podéis comprobar viéndonos trabajar u observando el resultado. Buscamos realizar un trabajo diferente, original, creativo, que aporte a nuestros novios un plus de exclusividad que satisfaga vuestras expectativas, pero también las nuestras propias como fotógrafos. Necesariamente, esto implica un gusto y un cuidado por la imagen y la atención en el detalle en todas sus facetas.
Ese afán por el detallismo y cuidado de la estética, comienza por “nuestra fotografía”, que pasa por nuestra cuidada imagen corporativa y diseño web, y termina en vuestro caso con la presentación “física” de vuestro reportaje en un álbum de altísima calidad, con el que os emocionéis y estéis deseando compartir con vuestros amigos y familiares. En esta búsqueda de la excelencia estética, no podía quedar en segundo plano, el que será continente de vuestros recuerdos en formato digital (los ficheros .jpg vaya ;)). Para completar la experiencia de atención cuidada y trato personalizado, vuestro reportaje merece un recipiente “único”, acorde con nuestros criterios de calidad y exclusividad. Por ello, no hemos cejado en el empeño hasta conseguir un dispositivo USB de memoria exclusivo con la imagen de nuestro anagrama, que refleje nuestra filosofía y vocación. Vamos, que ponemos nuestra alma en vuestras manos.
Un USB de alta capacidad que os permitirá almacenar y visualizar vuestros recuerdos en cualquier dispositivo multimedia.
Provistos de mecanismo de cierre independiente para evitar el deterioro del sistema de conexión.
Atención por el detalle, personalización y originalidad, señas de identidad que acompañan todo nuestro trabajo.
No merecéis menos.
Ya os avisamos en su preboda. Equilibrio perfecto entre “tablas” y templanza, la conexión entre ellos se muestra tan patente, que todo lo impregna de sus buenas vibraciones. A pesar de todo, siempre hay ocasión en el transcurso de un día plagado de detalles, para que surjan los nervios. Recuerdo a Mima, a última hora antes de irnos, como me agradecía la “labor de psicólogo” realizada en casa de sus padres durante los preparativos, cuando un pequeño imprevisto estuvo a punto de originar cierto nerviosismo (un buen fotógrafo ha de ser profesional también en este plano). La cosa quedó en nada de nada y como podréis ver más abajo, pudimos disfrutar de una boda inolvidable, pero a mí me quedó grabado ese agradecimiento.
Sí, que sí, que ya sabemos que lo repetimos en cantidad de ocasiones pero es que es la verdad. Nos apasiona nuestro trabajo y algo que tiene de especial es la relación intensa y sincera que se genera con “nuestros novios”, que nos acogen de tal manera que uno casi llega a olvidar que está trabajando. Así fue la boda de Miriam y Plácido, una pareja abierta y espontánea con quiénes surgió el feeling desde la primera cerveza. Era fácil presagiar que su fiesta de celebración sería auténtica y divertida. Como un miembro más de la familia, pudimos disfrutar bailando entre amigos, palomitas y algodón de azúcar… momentos que te hacen sentir afortunado.
Somos fotógrafos, nos encanta aprovechar cualquier ocasión para tomar una buena instantánea, disfrutamos con ello. Escribir nos cuesta más. No siempre es fácil encontrar palabras para describir una sensación, una experiencia, ni siquiera una persona. A veces, es solo falta de prosa, otras en cambio se trata de incapacidad de alcanzar a describir todo aquello que te gustaría expresar. Esta ultima sensación me invade cuando quiero hablar de nuestros protagonistas de hoy. A Rebeca y Marcus les conocimos ya en su preboda, recién aterrizamos de Alemania. La boda prometía, solo con pensar en el fantástico entorno que habían elegido para su celebración, el Parador de la Alhambra de Granada, y las no menos increíbles vistas desde La Chumbera, pero lo que realmente la convirtió en inolvidable fueron sin duda ellos. No sabemos escribir, necesitamos de nuestro mejor recurso para hablar de ellos… sus fotos.
En estas fechas de fiesta y de reunión, disfruto observando las fotos que inundan las redes, inmortalizando momentos de pura celebración, locos a veces, en los que uno “solamente” se preocupa de disfrutar. Es tan emocionante observar un gesto de felicidad… La fiesta, es para nosotros una parte fundamental de una boda, que ilustra muy gráficamente la felicidad novios y asistentes, fin ultimo de toda celebración. Con Ana y Rafa, pudimos compartir esta alegría, desde ya la noche antes en su fiesta de preboda. Mal no lo pasaron precisamente… y fueron Javi y Juanan los afortunados de capturar tanto disfrute 🙂
Bien podrían ser unos televisivos viñedos californianos (que por otra parte nos hubiera encantado conocer 🙂 ), pero no, el espectacular marco donde transcurre la historia que hoy os presentamos, es mucho más cercano y conocido. A 20 minutos en coche de Granada, encontramos la Hacienda Señorio de Nevada, lugar elegido por nuestra internacional pareja para darse el si quiero entre el verde de las viñas y el azul y blanco del cielo recortado por los todavía nevados picos de la sierra. Ya os hablamos de Caroline y Jose Luis en su preboda. Seguro que os quedasteis con ganas de más.