De un tiempo a esta parte parece que vuelve a ser habitual encontrar gente atrevida que busca su destino fuera de España y opta por “hacer las Américas”.
Son ya varios los amigos que tenemos viviendo al “otro lado del charco” y que desde allí nos contactan para que les acompañemos en su gran día. A pesar de las facilidades tecnológicas (Skype, WhatsApp,…), el contacto personal es fundamental e insustituible, y es aquí donde la preboda juega un papel importante. Disfrutar de un rato relajado, y divertido, perdiendole el respeto a la cámara, genera el ambiente de confianza y cercanía ideal para que las cosas sucedan naturales, sin reparar en nuestra presencia.
Es algo que buscan normalmente quien nos contacta y resulta muy sencillo conectar con parejas como nuestros Raquel y Antonio. Es muy fácil también echarles de menos.
Al final, no entramos en su maleta… Pero seguro que habrá más ocasiones para recordar momentos inolvidables ya vividos juntos.
¡Abrazos desde España, chicos!