Quedamos prendados de la encantadora sonrisa de Ana y la enigmática mirada de Antonio ya en la preboda. Superamos rápido la pequeña y habitual “tensión inicial” empujados por la positiva y calmada conectividad que emana esta pareja. La boda, transcurrió por el mismo cauce. Nuestros protagonistas se encargaron de que todos nos sintiéramos a gusto y nos divirtiéramos (Antonio no escatimo en esfuerzos para ello ;D)… espero que sus fotos hablen de aquello.
Chicos, de los que MAS me han gustado. Hay muchas Muy buenas. Una pasada, enhorabuena.