De entre las miles de noticias que circulan por la red sobre la boda de los duques de Cambridge, hay una que me llamó especialmente la atención. En la seccion de noticias del portal Terra, se podía leer lo siguiente: “la fotógrafa privada de la boda real desvela detalles de la fiesta nocturna”.
Parecía que abusando de su privilegiada situación de observadora, la fotógrafa hubiese traicionado la confianza depositada, revelando grandes anécdotas, situaciones comprometidas y secretos de estado. Quedé tranquilizado al ver que no era así, y que simplemente, Millie Pilkington se limitó a mencionar lo amable y desenfada que resultó la velada. Además de “acercar” el enlace real al común de los mortales, a mí me confirmo la importancia que Nuevo y Azul le concede a la celebración, repleta normalmente de excitantes y desenfadadas escenas. En su web, Millie Pilkington, manifiesta el valor que en su trabajo tiene quedarse durante la fiesta, parte fundamental de toda celebración, y que podéis observar en su galería http://www.milliepilkington.co.uk
Aquí os dejo un extracto de sus declaraciones, con las que un buen y apasionado fotógrafo de boda se podría identificar.
En un momento de la noche Kate se acerco para decirle que dejase la cámara, se relajase y disfrutase como invitada de la velada… Según Millie:
“Siendo fotógrafa y estando rodeada de tanta belleza, con el lugar y todos esos invitados despampanantes, no podía parar, así que hice fotos toda la noche y hasta la mañana”
“La noche fue excitante, absolutamente extraordinaria. Durante el día, la jornada fue maravillosa, fue algo muy relajante, excitante y espectacular, pero la noche fue casi más mágica”
(imagen de Reuters)