Mujeres, ¡hum! que puedo decir. Dios debía ser un jodido genio. El pelo, dicen que el pelo lo es todo. ¿Alguna vez has enterrado la nariz en un monte de rizos y has querido dormirte para siempre? Sus labios cuando han tocado los tuyos es como ese primer trago de vino después de haber cruzado el desierto.